martes, 20 de enero de 2009

No me puedo resistir

Es así, no me puedo resistir a comentar lo que pasó ayer. No, de ninguna manera me refiero a la Tamborrada ni a los respetables señores (seguramente hasta arriba de vino, sidra o semejantes) que anduvieron por debajo de mi casa aporreando sus puñeteros tambores. De eso ya hablé el año pasado.

De lo que hoy quiero hablar es de ese maravilloso docu-reality que, no pudiendo ser de otra manera, ha empezado a emitir Cuatro hace poco. Debo admitir que no soy una gran admiradora de los realitys, pero este no tiene comparación. Para empezar, ya la idea original es bastante absurda, poco vendible en su momento, me atrevería a decir. El programa consiste en que 6 variopintos granjeros y/o agricultores deben encontrar pareja en un plazo concreto (todavía no tengo ni idea de cuánto va a durar el programa). Para eso van pasando por unas fases, en las que van conociendo a las chicas. En la primera tienen a nada más y nada menos que 10 mujeres, de las que tienen que eliminar a la mitad para tener una segunda 'cita'. En la segunda tienen que eliminar a 3, por lo que se quedan con 2, las cuales les acompañan a sus respectivas granjas/fincas.

Pero lo mejor de lo mejor son los mismos granjeros. Es que hay que joderse, no debería llamarse docu-reality, sino estudio antropológico. Para empezar, tenemos a David. David no tiene descripción posible, es que hay que verlo. Me parto el culo de sólo acordarme de él. Digamos que es un joven que en su vida a tenido una relación normal, ya no sólo con una mujer, sino con cualquier ser humano de su edad. Claro, lo metes en un programa con mujeres y es que no hace más que tocarlas. Luego, tenemos a Nides. Es el autoproclamado Richard Gere del programa, y está completamente enamorado de una pobre chica que a juzgar por lo que he visto hasta ahora, está muy pero que muy acojonada. También está Guillamet (nombre original donde los haya), el cual ha elegido a una loca y a una de Pamplona. No hace falta que diga con quién se va a quedar. Otro que merece la pena es Aitor, un chaval vizcaíno, más de pueblo que las amapolas, pero que guarda un instinto seductor que sorprende bastante. No hace más que babear por la pescatera que ha elegido. De los otros dos no merece la pena hablar, porque uno es un retrasado parecido a Pedro Picapiedra que busca chacha más que esposa y el otro es un fortachón tipo Telecinco que se quiere tirar a la putilla del programa.

Espero haber animado a alguien a ver la próxima edición de un programa estrella como es Granjero Busca Esposa, el lunes a las 22:30 en Cuatro. Promete.


Chan, chanchanchan, chanchanchaaaaaan.... Dignos de la BSO de Rocky, nuestros 6 participantes.

No hay comentarios: