lunes, 15 de septiembre de 2008

Camp Jesus

En un documental que ha emitido recientemente Canal+ he sabido que hay un campamento de verano en Kansas (EEUU) al que llaman Campamento Jesús. En él, aparte de inculcarles a los niños la palabra de Dios, se les enseña que la única y absoluta verdad es la que encontrarán en la Biblia, y que no hay discusión moral posible entre sus palabras, porque lo que dice la Biblia lo dice el Señor y lo que dice el señor es ley, ya sea política o ética. Hasta ahí, quizá el tema no parezca tan grave, pero cuando oigo cosas del estilo de "la homosexualidad no es algo que se puede discutir, porque en la Biblia está escrito claramente" o "Harry Potter viene de la mano de Satanás", tengo claro que ni lo que esta gente piensa es sano, ni mucho menos que se lo metan en la cabeza a niños tan pequeños.
En el documental, varios niños no paran de llorar mientras rezan y piden perdón a Dios por lo que han hecho en su corta vida. Pero ¿qué han podido hacer esos niños tan pequeños que requiera tal perdón? ¿Cómo puede un grupo de adultos, que se supone está en sus cabales, dominar a los niños por medio del miedo, sin ningún escrúpulo, y además creyendo que lo que ellos hacen a Dios le agrada?
Hay mucha gente que no debería tener hijos, o al menos que debería tener muy claros cuáles son sus derechos antes de imponerles nada.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Consulta

En cuanto a la decisión tomada ayer por el Tribunal Constitucional, ojalá tenga resultado la propuesta de Ibarretxe de recurrir en Estrasburgo y se haga por fin justicia de verdad, justicia de la que permite al que quiere opinar, que opine. Se ha dicho mil veces que la consulta no sería vinculante si finalmente se llevara a cabo. Entonces, ¿por qué no? ¿Por qué? Ni siquiera he oído a uno de esos brillantes tertulianos que defienden su erróneamente llamada democracia explicar por qué no es viable una consulta de esas características. Desde la ignorancia de alguien que no conoce todos los pormenores de la legislación española, resulta muy difícil encontrar respuesta a una pregunta tan sencilla.
Es muy fácil descalificar al Lehendakari y decir cosas como las que he oído esta mañana en la Cadena Ser. Cosas como que es un disparate condenado a la derrota; que es algo sin finalidad real que sólo ha servido para tener al Tribunal más atareado, habiendo cosas más importantes que juzgar; que Ibarretxe está perdiendo el tiempo y la credibilidad por cosas como esta... Bien, señores, pues si tan seguros están de que es contraproducente y que no serviría para nada, ¿qué les cuesta demostrarlo llevándolo a cabo y restregándonos a los que sí creemos en la consulta ese resultado tan desastroso que auguran? Si de verdad Ibarretxe estuviera equivocado y el tiro le saliera por la culata sería una oportunidad de oro para decirle "el pueblo no quiere lo que tú crees". Pero no, ese no es el tema, el tema es que algo menos de 2 millones de personas (haciendo un cálculo aproximado, espero no meter la pata) no puede opinar porque la constitución lo dice. Pues muy bien, si seguimos así tendrán que cambiar la definición de "democracia" del diccionario de la RAE.

Analfabetismo político

Hoy hablaré a mis 2 lectores y medio sobre la desilusión política, el desencanto que asola a parte de la juventud. Hace tiempo que conozco casos en los que gente de mi edad simplemente "pasa" de cualquier información o tendencia política porque no le interesa o directamente van en contra de ella. A estos jóvenes, conocidos míos o no, me gustaría mostrarles este documento que leí hace un tiempo y que muestra muy bien por qué los ciudadanos y sobre todo los jóvenes deberíamos participar o al menos interesarnos por la política que nos afecta, queramos o no, a todos.

“El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de las habas, del pan, de la harina, del vestido del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.

Este es un texto de Bertolt Brecht, escritor alemán del siglo XX, que también es dueño de muchas otras frases, a mi juicio acertadas, y varios poemas traducidos al euskera y musicalizados por importantes grupos y cantantes vascos. En su momento me pareció brillante, pero leído más tarde, después de haberlo reflexionado, cobra aún más lógica.

Espero que nadie crea que tengo intención de generalizar con lo dicho, porque no es así. Simplemente, espero que en el futuro la política sea más accesible y atractiva a los jóvenes y al público en general. Es importante que sepamos hasta dónde podemos decidir y cuánto puede afectar nuestra opinión en las decisiones políticas.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pleno

Estoy viendo el pleno en el congreso sobre la crisis económica española (como me vea mi compañera de piso me va a decir de todo) y no hago más que lamentar la forma en la que los dos principales grupos parlamentarios, desgraciadamente cada vez más importantes gracias al bipartidismo al que los españoles se están dirigiendo, se enfrentan con acusaciones rastreras como dos niños en el patio del colegio. No hacen más que decir "tu lo haces mal" a lo que los otros responden "pero tú lo hiciste peor", y es lamentable. Menos mal que en el grupo mixto hay alguna que otra cabeza pensante que da un respiro a esta pelea de gallitos, porque si no fuera así, ni me habría parado a interesarme por el debate.
Me parece que no me queda nada más que decir, salvo que si como algunos científicos dicen, hoy se acaba el mundo, que lo he pasado muy bien, sobre todo este último año, y que ya nos veremos en alguna parte. (Aunque hace 2 horas y 3 cuartos que se ha activado y creo que sigo aquí...)

PD: Qué asco me dan los diputados que abuchean, abandonan el hemiciclo o simplemente aplauden interrumpiendo de una manera totalmente irrespetuosa al portavoz que habla en su turno. Me dan ganas de ir ahí y contarles la lamentable impresión que tuve la primera vez que vi, de pequeña, un pleno como este.
Feliz fin del mundo!