Menos de 18 horas para que empiece La Fiesta. Sólo de pensarlo me entra un escalofrío por la espalda y una sonrisa invade mi boca. Llegada esta fecha, siempre tengo esa especial ilusión, la de todos los años, pero que cada año es diferente, por cualquier cosa.
Tengo la sensación de que van a ser unos sanfermines memorables, de esos que recuerdas ya mayor, cuando te preguntan sobre cómo de bien lo pasabas cuando eras joven. Y es que en ningún lado se vive lo que se vive en Pamplona del 6 al 14 de julio.
Nunca he sentido y estoy segura de que no sentiré lo mismo que esas mañanas al entrar en la villavesa, sonriente porque todos vamos de blanco, sin poner el pañuelo aún, pero con toda la ilusión del mundo. En ningún otro lado me gusta más ver amanecer que en Pamplona, depués de una buena juerga, dispuestos a desayunar chocolate. Y sé que sólo en Pamplona las fiestas son al mismo tiempo del lugar y extranjeras, aldeanas e internacionales, de cada uno y de todos; en definitiva, las más especiales del mundo.
Tengo la sensación de que van a ser unos sanfermines memorables, de esos que recuerdas ya mayor, cuando te preguntan sobre cómo de bien lo pasabas cuando eras joven. Y es que en ningún lado se vive lo que se vive en Pamplona del 6 al 14 de julio.
Nunca he sentido y estoy segura de que no sentiré lo mismo que esas mañanas al entrar en la villavesa, sonriente porque todos vamos de blanco, sin poner el pañuelo aún, pero con toda la ilusión del mundo. En ningún otro lado me gusta más ver amanecer que en Pamplona, depués de una buena juerga, dispuestos a desayunar chocolate. Y sé que sólo en Pamplona las fiestas son al mismo tiempo del lugar y extranjeras, aldeanas e internacionales, de cada uno y de todos; en definitiva, las más especiales del mundo.
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