Recuerdo haber ido cuando era pequeña a Bilbao, quizá alguna vez con mis padres, pero estoy segura de que también con mis compañeros de Ikastola. La primera vez que recuerdo haber visto la ciudad es en una visita al museo Guggenheim. El museo nos impresionó, claro está, pero nos quedamos con la sensación de que Bilbao era una ciudad todavía en construcción. Recuerdo ver lo que parecían cajas de metal gigantes justo al lado de lo que debía ser la atracción de la ciudad. No pegaba que hubiera tantas grúas por todas partes, al menos para unos niños de 11 años. Más tarde, supimos de Bilbao en los libros de texto, cuando aprendimos que fue una ciudad muy importante en la revolución industrial. En esos días recordaba haber visto tanto metal hacía unos años en la ciudad, y comprendí que aquello tenía una razón. Empezaba a formarme otra opinión y también cierta curiosidad por la ciudad.
Varios años después de aquello he vuelto a Bilbao, a Bizkaia. Se me dibuja una sonrisa cuando voy a ir. Cuando cojo el bus desde Iruña o desde Donosti. Esa ciudad que todavía desconozco me produce curiosidad. Me sigue pareciendo grande, pero la veo pequeña al mismo tiempo. Me pierdo siempre que voy, pero siempre encuentro un punto donde volver a empezar el camino. Voy aprendiendo lo que es realmente Bilbao y cada vez me gusta más. ¿Si me veo viviendo allá? Bueno, seguramente pasaré por esa ciudad alguna vez por trabajo o por cualquier otra razón. Eso sí, vivir mi vida en Bilbao... es difícil imaginarlo. Iruña me tira demasiado y a veces creo que nunca podría dejarla. El tiempo lo dirá.
Varios años después de aquello he vuelto a Bilbao, a Bizkaia. Se me dibuja una sonrisa cuando voy a ir. Cuando cojo el bus desde Iruña o desde Donosti. Esa ciudad que todavía desconozco me produce curiosidad. Me sigue pareciendo grande, pero la veo pequeña al mismo tiempo. Me pierdo siempre que voy, pero siempre encuentro un punto donde volver a empezar el camino. Voy aprendiendo lo que es realmente Bilbao y cada vez me gusta más. ¿Si me veo viviendo allá? Bueno, seguramente pasaré por esa ciudad alguna vez por trabajo o por cualquier otra razón. Eso sí, vivir mi vida en Bilbao... es difícil imaginarlo. Iruña me tira demasiado y a veces creo que nunca podría dejarla. El tiempo lo dirá.
4 comentarios:
Al final todos sentimos demasiado apego por donde hemos nacido y donde hemos crecido...
El mejor sitio para vivir es Tolosa por cierto.
Sigo pensando que el mejor sitio es Iruña. Eso sí, aunque viviera en Las Bermudas, mis Sanfermines no me los quita nadie.
A ver... a Adán y a Eva los echaron de Atxuri, el Atlántico desemboca en el Nerbión, tenemos mapa-mundis de Bilbao y hasta un puente intercontinental que une Costa Rica (Las Arenas) y Costa Pobre (Portu), y todavía dudas, Nerea, que Bilbao es la capital del Universo conocido??? ;-))))
Bueno, Bilbao no es mal sitio, pero entendido a lo bestia. En lo geográfico, margen izquierda+margen derecha+botxo+loquesurja(p.e. La Arboleda) y en lo vital, desde la calle San Francisco en Bilbi (Bilbao la Vieja) a los Tamarises en la playa de Ereaga, pasando por el Antzoki de Abando,...
Pero tienes razón el 6 de julio a las 11,55 am sólo hay un lugar en el mundo,...
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